le rêve est fini/ the dream is over/ el sueño ha terminado
Esta película está inscrita dentro de un proyecto más amplio, producido por el MoCAB de Belgrado y ARTIUM de Vitoria, titulado “Violencias invisibles”. Hablar de “violencias invisibles” es, en el caso de nuestro trabajo, hablar de las relaciones entre el estado, el derecho de ciudadanía y el control sobre los cuerpos (re)productivos, o lo que es lo mismo (y parafraseando a F. Engels), entre las bases mismas de la propiedad: la familia y el estado.
Tras las revoluciones árabes de 2011, y tras la crisis de la pesca en las islas Kerkennah a finales de 2012 (el territorio tunecino más cercano a Italia, en concreto a la isla de Lampedusa), el Mediterráneo sur ha acentuado su carácter de tumba anónima para más de 17.000 inmigrantes muertos desde principios de los 90. Las políticas migratorias de la UE y su blindaje de fronteras, intensificadas desde la creación en 2004 de la agencia Frontex, y más recientemente con EuroSur y la llamada Operación Mare Nostrum, ejemplifican muy bien el término que, en 2003, el politólogo camerunés Achille Mbembe acuñó como “necropolítica”: las políticas estatales, tras la postmodernidad, habían dado un paso más en su gobierno de los cuerpos y las vidas, y habían pasado a administrar las muertes (y especialmente las muertes en las fronteras).
Mientras ocurría esta crisis, el gobierno tunecino con mayoría islamista (salido de las primeras elecciones tras el 14 de enero de 2011), se atrincheraba tras la Asamblea Constituyente y comandaba un país casi institucionalmente paralizado, y con una crisis económico creciente. La enorme población joven de la república tunecina, motor y carne de la revolución, se ve desplazada por una oligarquía política y económica que coopta los valores revolucionarios para dar paso a un estado no-dictatorial, pero con las mismas desigualdades, las mismas jerarquías y la misma falta de libertades que el habido con Ben Alí.
Por otra parte, la república tunecina, independiente del Viejo colonialismo francés desde 1956, no ha conseguido una verdadera emancipación, ni económica (ya que está sujeta a los intereses occidentales desde los mismos años de la independencia), ni política (sustraída a los intereses de la globalización), ni cultural (ya que la hegemonía epistemológica sigue siendo occidental, y en el Magreb, más concretamente, francesa).
Mi pareja en ese momento era tunecino. Hacer este proyecto con él era lógico, ya que desde que nos conocimos, nos dimos cuenta de que gran parte de sus amigos habían emigrado, y que nuestra propia movilidad personal era completamente diferente. Mientras pensábamos el proyecto, la primera sorpresa fue comprobar que la diplomacia española considera, por defecto, que todos los ciudadanos tunecinos que quieren contraer matrimonio con un o una ciudadana europea lo hacen con la finalidad exclusiva de obtener papeles. La siguiente dificultad fue enfrentar al patriarcado, cuando su familia reaccionó negativamente ante nuestro matrimonio, y recordándonos como la institución familiar está estrechamente ligada al estado y a sus políticas de control: el capital hecho carne; las diversas violencias legales del estado reunidas.
De esta forma, nuestro trabajo no podía si no imbricar nuestras vidas. Así intentamos reflejarlo a través de imágenes y palabras sobre las dificultades que ambos incorporamos, y a través de los residuos y las huellas de aquellos y aquellas que permanecen en su tumba marítima, ob-scenae, que deben permanecer invisibles para que el simulacro de la democracia y los derechos humanos neo-coloniales y necropolíticos siga funcionando. El sueño europeo se ha terminado, al tiempo que agoniza nuestra hegemonía y se hunde nuestra autonomía; pero también el sueño de la revolución parece haber terminado, al menos momentáneamente, y el levantamiento de África que Frantz Fanon aguardaba, está todavía por venir. Aquí nos situamos, mirando al horizonte y gestando, entre una orilla y otra del Mediterráneo, nuevas oleadas revolucionarias y nuevos sueños sostenidos sobre otras epitemologías, constructores de otras cosmogonías, mestizas, híbridas, desjerarquizadas.
Tunis, 2013-2014
*Premio Guasch-Coranty / Biennal de Valls 2015.